Asumiendo
que el coeficiente de cálculo de este impuesto vuelve a situarse en el 0,40%, debe
revelar porque hace tres años lo subió al 0,47%
El
Partido Popular de Santillana del Mar considera que el alcalde, Isidoro Rábago
(PSOE), debe explicar a los vecinos sus fluctuaciones con el Impuesto de Bienes
Inmuebles (IBI) en el municipio. Asumiendo que el coeficiente de cálculo de
este impuesto vuelva a situarse en el 0,40%, Rábago debe revelar por qué hace
tres años lo subió al 0,47%.
El tipo
coeficiente de cálculo que marca el IBI se situaba en Santillana del Mar en el
0,40% hasta el 12 de noviembre del 2015, sin embargo tras una sesión plenaria,
el equipo de gobierno presidido por Isidoro Rábago subió al 0,47%, subida que
propició que los vecinos pagasen en 2016 y 2017 del orden de 311.684 euros más
por IBI que en 2015.
Como
viene siendo habitual en esta legislatura entonces no se dio ninguna
explicación del por qué de esta subida, amparándose el alcalde en su mayoría
absoluta. El motivo de esta subida fue únicamente la necesidad de amortiguar la
caída que, según el alcalde, iban a sufrir las arcas del Ayuntamiento en la
recaudación por IBI, propiciada en el 2016 por el acatamiento de la Ley 13/2015
del Estado que declara que a efectos de IBI y otros impuestos los suelos
urbanizables pasaran a computar como rústicos, mientras estos no tengan los servicios
esenciales para su desarrollo.
El 17 de
octubre del 2017 el alcalde bajó “como un guiño a los vecinos” el tipo
impositivo del 0,47% al 0,45%, aunque paralelamente esta bajada venía
acompañada de una subida del 10% en el impuesto a la recogida de la basura. Aún
con esta bajada, los habitantes de Santillana del Mar pagarán en 2018 del orden
de 155.000 euros más que en 2015.
Ahora, en
un alarde de ingeniería política y ante la proximidad de las elecciones
municipales del 2019, el alcalde baja el coeficiente de cálculo al 0,40%, como
en el 2015. Y se atreve a decir que baja los impuestos cuando en realidad lo
que hace es restaurar el tipo impositivo a su origen, del que se movió al alza
por un capricho recaudador.
El grupo
municipal del PP presentó enmiendas, sin ningún tipo de éxito, a los
presupuestos municipales de 2017 y 2018 para bajar el tipo de gravamen al
0,40%, lo que hubiese supuesto un ahorro para los vecinos en esos dos
ejercicios de unos 300.000 euros. Es inadmisible que nuestro alcalde juegue con
los vecinos de esta manera y con uno de sus bienes más sagrados: su dinero. Al
final han sido 466.648 euros los que han pagado de más los vecinos en estos
tres últimos años, producto del insaciable afán recaudatorio del señor Rábago.
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